Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando…
Así comienza
el celebre monólogo de Segismundo, en la obra de Calderón de la Barca ‘La
vida es sueño’…
La vida es
sueño o es pesadilla, o es un sueño que se convierte en pesadilla cuando eres
consciente de que todo es un sueño, un mal sueño…
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
‘La vida es sueño’ es verso, es ritmo, es
expresión existencial, denuncia frente al poder cruel, reflexión vital. Todo
ello podemos encontrarlo aquí y ahora en expresiones estéticas y musicales de
cultura urbana. La Polonia que aparece en la obra es un mundo opresivo,
cerrado, claustrofóbico al que vemos un paralelismo en determinados ámbitos
contemporáneos urbanos, con sus propias leyes internas, donde la violencia se expresa
en reglas de poder estrictas. Los ocho intérpretes, siete actores y un músico
que están permanentemente en escena, van a crear ese mundo casi penitenciario,
donde la pertenencia o no al grupo marca la posibilidad misma de la existencia.
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Qué hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?
Dirigida por
Carlos Martín, y con dramaturgia de Alfonso Plou.
Con la
compañía del Teatro
del Temple.
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
REPARTO
Segismundo:
José Luis Esteban
Basilio:
Yesúf Bazaán
Clotaldo:
Félix Martín
Rosaura:
Minerva Arbués
Astolfo:
Francisco Fraguas
Estrella:
Encarni Corrales
Clarín:
Alfonso Palomares
Músico:
Gonzalo Alonso
sueña el que á medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
En nuestra
versión busca combinar el respeto de la esencia y la letra del original con una
novedosa resituación escénica. Creemos que la joya literaria que es debe ser
trasformada para convertirse en la materia escénica que va a ser. Por eso hemos
intervenido en el texto levemente reduciendo algunos pasajes demasiado
narrativos para favorecer el ritmo dramático, también actualizando algunas
formas verbales y clarificando desde una óptica contemporánea pero atemporal
algunas metáforas.
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me ví.
Real o
sueño, sueño o realidad, que más da en el fondo…
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción
Y el mayor bien es pequeño:
Que toda la vida es sueño
Y los sueños, sueños son.
Llega al
Teatro Bellas Artes hasta el 24 de junio esta obra…
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