jueves, 7 de junio de 2018

"LA VIDA ES SUEÑO" EN EL TEATRO BELLAS ARTES






Sueña el rey que es rey, y vive

con este engaño mandando…

Así comienza el celebre monólogo de Segismundo, en la obra de Calderón de la Barca ‘La vida es sueño’





La vida es sueño o es pesadilla, o es un sueño que se convierte en pesadilla cuando eres consciente de que todo es un sueño, un mal sueño…




disponiendo y gobernando;

y este aplauso, que recibe

prestado, en el viento escribe,
‘La vida es sueño’ es verso, es ritmo, es expresión existencial, denuncia frente al poder cruel, reflexión vital. Todo ello podemos encontrarlo aquí y ahora en expresiones estéticas y musicales de cultura urbana. La Polonia que aparece en la obra es un mundo opresivo, cerrado, claustrofóbico al que vemos un paralelismo en determinados ámbitos contemporáneos urbanos, con sus propias leyes internas, donde la violencia se expresa en reglas de poder estrictas. Los ocho intérpretes, siete actores y un músico que están permanentemente en escena, van a crear ese mundo casi penitenciario, donde la pertenencia o no al grupo marca la posibilidad misma de la existencia.





y en cenizas le convierte

la muerte, ¡desdicha fuerte!

¿Qué hay quien intente reinar,

viendo que ha de despertar

en el sueño de la muerte?


Dirigida por Carlos Martín, y con dramaturgia de Alfonso Plou.

Con la compañía del Teatro del Temple.




Sueña el rico en su riqueza,

que más cuidados le ofrece;

sueña el pobre que padece

su miseria y su pobreza;



REPARTO

Segismundo: José Luis Esteban

Basilio: Yesúf Bazaán

Clotaldo: Félix Martín

Rosaura: Minerva Arbués

Astolfo: Francisco Fraguas

Estrella: Encarni Corrales

Clarín: Alfonso Palomares

Músico: Gonzalo Alonso

sueña el que á medrar empieza,

sueña el que afana y pretende,

sueña el que agravia y ofende,

y en el mundo, en conclusión,

todos sueñan lo que son,

aunque ninguno lo entiende.



En nuestra versión busca combinar el respeto de la esencia y la letra del original con una novedosa resituación escénica. Creemos que la joya literaria que es debe ser trasformada para convertirse en la materia escénica que va a ser. Por eso hemos intervenido en el texto levemente reduciendo algunos pasajes demasiado narrativos para favorecer el ritmo dramático, también actualizando algunas formas verbales y clarificando desde una óptica contemporánea pero atemporal algunas metáforas.


Yo sueño que estoy aquí

destas prisiones cargado,

y soñé que en otro estado

más lisonjero me ví.

Real o sueño, sueño o realidad, que más da en el fondo…

¿Qué es la vida? Un frenesí.

¿Qué es la vida? Una ilusión,

una sombra, una ficción

Y el mayor bien es pequeño:

Que toda la vida es sueño

Y los sueños, sueños son.

Llega al Teatro Bellas Artes hasta el 24 de junio esta obra…

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