Del 28 de
marzo al 5 de mayo.
Los medios
compartimos mesa (no mantel) con el elenco sobre el escenario…
Quizá nos
pudimos sentir un poquito actores por un momento, mirando directamente al patio
de butacas, que como un gran fantasma de sábanas blancas nos devuelve esa
mirada…
Y en esa
mesa, con nosotros, la directora del Teatro Español, que es también la
directora de este montaje, Carme Portacelli, los actores: Blanca Portillo, Inma
Cuevas, Gabriela Flores, Jimmy Castro, Manolo Solo, Anna Moliner, Zaira Montes
y Jordi Collet, y parte del equipo técnico…
“Mrs.
Dalloway”, basado en la novela de Virginia Woolf, según Carme Portacelli, está de
gran actualidad porque “habla de
feminismo, de mercantilismo, de bisexualidad, de medicina… y del vacío
existencial que es, probablemente, lo que más conecta con la actualidad.
Además, también nos da su visión del suicidio que, contrariamente a la imagen
que se nos da habitualmente de Virginia Woolf, deja de ser visto como una
tragedia y se convierte en una condición necesaria”.
El papel
protagonista – Mrs. Dalloway - está interpretado por Blanca Portillo, que reconoce que Virgina Woolf no se había cruzado en su
camino, por eso cuando Carme se lo ofreció no dudo…
“Era un personaje que aparecía en mi
vida por alguna razón… Comparto con ella muchísimas cosas y me está enseñando
mucho. Estamos en el mismo periodo vital, la madurez… Me está enseñando a
convivir con el paso del tiempo, de una manera sana, porque ella es consciente
del paso del tiempo, no añora la juventud, sino que vive en el hoy…”
Virginia
Woolf hace un recorrido de 24 horas en la vida de Clarissa Dalloway, desde que
se levanta por la mañana y comienza a preparar una fiesta para su marido, hasta
el momento de esa fiesta, por la noche. Un recorrido marcado por las horas que
toca la campana del reloj del Big Ben, por el tiempo que va pasando y que lleva
a Clarissa a ir atrás y adelante en el tiempo de su vida. El flujo de su
conciencia, la conciencia sobre su vida, sus decisiones, llega en el mismo
instante en que abre la ventana de ese maravilloso día de primavera en el que
prepara una gran fiesta.
Diversos
personajes que formaron parte de su vida acudirán hoy a su memoria y, después,
a su casa para la fiesta. Virginia va entrando y saliendo de su mente
llevándonos a la construcción de una sociedad que, coincidiendo con la nuestra,
es un tiempo entre guerras. Una sociedad que está despertando a un mundo nuevo
que, al mismo tiempo, está siendo destruido.
Clarissa es
una mujer superficial en apariencia y dependiente, inmersa en una vida
insustancial que ha sobrevivido a base de no mirar hacia atrás. Una mujer, como
tantas otras, dedicada a hacer felices a los demás, que ha tomado decisiones en
su vida sin tener en cuenta lo que de verdad deseaba, cumpliendo los requisitos
de una mujer maravillosa admirada por todo el mundo. Por medio de ella la
autora remarca el rol de las mujeres y nos habla de la represión sexual y
económica.
Para Blanca
Portillo: “Vivimos tiempos en los que
quizás sería más tentador hablar de una mujer de rompe y rasga, pero creo que
Clarissa Dalloway es, a su manera, tremendamente rompedora, consciente de los
límites impuestos en los que vive y que ella ha aceptado. Posee una gran
libertad interior. Ella es consciente de lo que le pasa, de lo que quiere y
también de lo que no quiere y eso es de una enorme grandeza. Soy feminista
hasta la médula, pero es importante que las mujeres escuchen también que la
libertad real empieza ahí adentro, en una misma, en la conciencia de lo que
hemos elegido y de lo que no queremos”
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