Comienza la Temporada 2019/2020 del Teatro de la Zarzuela, y con ella la fiesta de la música y del teatro, del arte en su más amplio sentido. La celebración de nuestro patrimonio. Para ello no vale cualquier propuesta; el título elegido debe ser especial, una excelente carta de presentación de todo lo que resta por venir.
Y este papel le corresponde a ‘El caserío’ de Jesús Guridi, un tesoro musical que a punto de cumplir 93 años de su estreno en este mismo escenario de la plazuela de Jovellanos –en noviembre de 1926–, llega para resarcir al público de una ausencia de 42 años. Y el remedio no puede tener mejores protagonistas: la esperada dirección musical del maestro Juanjo Mena –sin duda uno de nuestros pesos pesados de la dirección de orquesta–, la escena de Pablo Viar, colmada de sentido y poesía, y dos repartos que incluyen muchas de voces españolas más deseadas del momento. Se ofrecerán 14 funciones del 3 al 20 de octubre.
No es para menos la expectación que ha levantado esta apertura de temporada con ‘El caserío’, y no solo por ese casi medio siglo transcurrido desde que subiera por última vez a escena en el mismo teatro que lo vio nacer; o porque al frente de la Orquesta de la Comunidad de Madrid (Titular del Teatro) ocupe el podio del foso nada menos que Juanjo Mena. Y es el maestro quien precisamente nos brinda alguna de las claves de la importancia que en el tiempo y el espacio tiene la obra de Guridi: “Como compositor, como orquestador, es exquisito; la belleza está al principio de todo. Guridi es uno de los centros indiscutibles de la música entre guerras –las mundiales y la Guerra Civil española–. De aquellos músicos que se vieron obligados a trabajar sin materiales y casi sin referencias”, afirma el director, que ante el peso de la música popular en la partitura del compositor, vitoriano como él, añade que este “es un señor del folclore, que aborda con todo respeto, elegancia y discreción”.
Y todo eso que Guridi plasma en la partitura, lo recoge de la forma más respetuosa el bilbaíno Pablo Viar para armar una puesta en escena llena de conocimiento y poesía que se desarrolla en Arrigorri, ese lugar imaginado, soñado por Jesús Guridi y los libretistas Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw, “donde, como no podía ser de otra manera, todos los problemas, por complejos que sean, tendrán un final feliz”.
Y sobre las tablas, acompañados por el Coro del Teatro de la Zarzuela, dos elencos con muchas de las voces españolas que hoy triunfan en los Teatros líricos. Las sopranos Raquel Lojendio y Carmen Solís darán vida a la joven Ana Mari –sobrina del tío Santi, propietario del caserío Sasibil–, de quien está enamorado Txomin sin ser correspondido. Los barítonos Ángel Ódena y José Antonio López encarnarán al tío Santi, quien adoptó a Ana Mari cuando quedó huérfana en América y urde un plan con Don Leoncio –el cura del pueblo– para que Ana Mari y su sobrino José Miguel se enamoren. Los tenores Andeka Gorrotxategi y José Luis Sola interpretarán el papel de José Miguel, enamorado también de Ana Mari (y Ana Mari de él), pero quien abandona la aldea al saber que esta va a desposarse con su tío, con lo que perderá de un plumazo la herencia y el amor. Las mezzosopranos Marifé Nogales y Ana Cristina Marco interpretarán a Inosensia, hija de Eutasia –dueña de la sidrería–, que se declara con éxito a Txomin, criado del caserío representado por los tenores Pablo García-López y Jorge Rodríguez-Norton. El rol de Eutasia lo asumirá la mezzosoprano Itxaro Mentxaka, el de su marido Manu el actor Eduardo Carranza, y el de Don Leoncio el también actor José Luis Martínez.
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