Estreno
mundial para orquesta de cámara de la obra de Federico García Lorca…
Con Miquel
Ortega en la dirección musical, Rubén Fernández Aguirre de asistente de
dirección musical y pianista, escenografía de Ezio Frigerio, vestuario de
Franca Squarciapino e iluminación de Vinicio Cheli.
El reparto
está integrado por Nancy Fabiola Herrera (Bernarda), Carmen Romeu (Adela), Luis
Cansino (Poncia), Carol García (Martirio), Marifé Nogales (Amelia), Belén
Elvira (Magdalena), Berna Perles (Angustias), Milagros Martín (Criada) y con
Julieta Serrano (María Josefa), recién distinguida con el Premio Nacional de
Teatro 2018.
El Teatro de
la Zarzuela se ha querido sumar al recuerdo del dramaturgo y poeta granadino
coincidiendo también con la conmemoración, en el Año Lorca que durante estos
doce meses se celebra en Granada, de los 120 años de su nacimiento en Fuente
Vaqueros (1898) y del siglo transcurrido desde la publicación de su primer
libro, ‘Impresiones y paisajes’ (1918). Como preámbulo asimismo de las
celebraciones que en 2019 llenarán la vida cultural madrileña con otro Año
Lorca que evocará los 100 de su llegada a la Residencia de Estudiantes, el
coliseo madrileño le rinde homenaje con una de las obras dramáticas cumbres del
pasado siglo: ‘La casa de Bernarda Alba’, que el compositor Miquel Ortega, en
un proyecto de larga duración, ha transformado en ópera. Será el estreno
mundial de la versión para orquesta de cámara, y se ofrecerán 8 funciones del 10 al 22 de noviembre.
El hecho de
que la dirección de escena esté firmada por Bárbara Lluch tiene asimismo un
emotivo significado. Nieta de la actriz Nuria Espert, profundamente lorquiana
(“básicamente respira Lorca”, asegura la propia Lluch) y una de las más grandes
Bernardas que ha dado la historia del teatro (obra que también ha dirigido),
recuerda oír hablar de Lorca desde que tiene uso de razón: “Federico era como
el invitado invisible en casa.” Su
versión, por tanto, promete rezumar Lorca por los cuatro costados. En el foso,
frente a una formación de cámara integrada por profesores de la Orquesta de la
Comunidad de Madrid (Titular del Teatro) encabezados por el asistente de
dirección musical y pianista Rubén Fernández Aguirre, estará el propio Miquel
Ortega.
Otros de los
ingredientes que convierten esta ‘Bernarda Alba’ en una experiencia singular
son la escenografía y el vestuario, que, como ya ocurriera en ‘La tabernera del
puerto’ de la pasada temporada, firman respectivamente el superlativo Ezio
Frigerio y la oscarizada (‘Cyrano de Bergerac’, 1991) Franca Squarciapino. Este
inseparable tándem (en la vida real y en la escena) es historia viva de una de
las más brillantes generaciones teatrales de todos los tiempos, con el actor y
director de escena Giorgio Strehler y el actor, dramaturgo y director Eduardo
De Filippo como sus cabezas y referencias más visibles. Cerrará el triángulo el
mago de la iluminación Vinicio Cheli.
Sobre el
escenario, acompañado por el Coro del Teatro de la Zarzuela, un elenco de
especial altura lírica y dramática. En la piel de Bernarda Alba, esa mujer dos
veces viuda que condena a sus cinco hijas a enclaustrarse en ocho años de luto,
estará la mezzosoprano Nancy Fabiola Herrera, recién llegada de la Metropolitan
Opera House de Nueva York. La soprano Carmen Romeu interpretará a Adela, la
hija menor y más rebelde de Bernarda, de alma libre, que terminará por ser el centro
de la tragedia. El barítono Luis Cansino es una de las novedades más
destacables y originales de este estreno mundial, ya que dará vida a la Poncia,
esa criada de toda la vida que conoce cada secreto de la casa, y dueña, por
tanto, de que las cosas ocurran o no. Las demás hijas estarán interpretadas por
la mezzosoprano Carol García, que será la atormentada Martirio, enamorada de
Pepe el Romano, novio de Angustias y amante de Adela; la también mezzo Marifé
Nogales, que hará las veces de la buena de Amelia; la igualmente mezzosoprano
Belén Elvira, que encarnará a la triste Magdalena y la soprano Berna Perles,
que asumirá el papel de la engañada Angustias. La soprano Milagros Martín
personificará a la criada.
Mención
aparte merece la actriz de actrices Julieta Serrano, recientemente distinguida
con el Premio Nacional de Teatro 2018, que borda esa cuerda locura de María
Josefa, la madre encerrada de Bernarda Alba.
Bernarda Alba y Bernarda Alba
‘La casa de
Bernarda Alba’ fue la última obra teatral de Lorca. El asesinato del dramaturgo
impidió que este pudiera verla sobre el escenario y publicada. No fue hasta
casi diez años después, en 1945, que pudo estrenarse y editarse en Buenos Aires
gracias a la legendaria actriz Margarita Xirgu, amiga, admiradora y musa del
escritor. Ahora nos encontramos con la primera versión operística en castellano
de la obra, que fue estrenada en versión sinfónica en el Teatro Brasov de
Rumanía (2007) y dos años después en los Festivales de Santander y Perelada.
Estos días es el turno del estreno mundial de su versión para orquesta de
cámara.
Y ¿qué dicen
de ella sus protagonistas? El compositor Miquel Ortega, que también dirigirá
las ocho funciones programadas, califica la obra de neo-verista: “La estructura
de la obra tiene mucha influencia de los compositores veristas en general y de
Puccini en particular, compositor al que admiro sobremanera y que me parece un
genio a la hora de construir situaciones dramáticas.”
Bárbara
Lluch, por su parte, asegura de la música de Miquel Ortega, que “le da una
banda sonora apabullante a — posiblemente— el mejor libreto de ópera de la
historia.” Y explica sobre el drama que “lo que pasa en esta casa; lo que les
pasa a estos personajes... es como si les metieran en un horno y empezáramos a
subir la temperatura hasta que las llamas lamieran sus paredes.”
Rubén
Fernández Aguirre, asistente de dirección musical y pianista en esta
producción, sostiene que la de Ortega “es una obra de gran exigencia vocal.
Además –añade–, palabra y acción están estrechamente vinculadas con la
orquesta, sin duda el décimo personaje de esta ópera. Todo se amolda a la
expresión lírica, a las necesidades dramáticas del texto.”
¿Qué podemos
decir de la obra?
Que va
ganando en intensidad conforme avanza hasta llegar a la explosión de emociones
del tercer acto. Que las cantantes (y el cantante) son muy actrices y muy
cantantes. Que Julieta Serrano matiza esa locura delirante y cuerda que atrapa
al patio de butacas…
Que el
escenario es una maravilla, con esos distintos niveles, que permite moverse a
los personajes por todas partes y aparecer y desaparecer, esconderse,
acurrucarse, pelear, gritar, llorar entre esas enormes paredes grises y
tristes…
¿Qué diría García
Lorca si lo viese?
Que cada uno
se responda…
Yo no me
atrevo…
Pero creo
que va a ser una de las sorpresas de la temporada teatral de Madrid y otro de
los éxitos del Teatro de la Zarzuela…
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