De la mano de Raquel Ríos, hacemos un
interesante viaje por el contenido cultural de este género musical.
Un grupo de especialistas y amantes
de la música, trabajan para postular al bolero como parte de la lista representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial
de la Humanidad en 2018. Mientras llega este reconocimiento, hacemos un repaso
por el contenido cultural de este género de la mano de Raquel Ríos. Ella ama el
bolero desde siempre y ha paseado este género por las salas de la movida
madrileña y por un generoso número de escenarios.
Así nos lo
cuentan y se quedan tan tranquilos…
Es la
historia del bolero una historia triste, cuanto menos, una experiencia mística
y agónica cuanto más…
Porque,
aunque digan otra cosa, el bolero nace cuando muere el amor…
El desamor
llama al bolero…
Y el bolero
se llama desamor…
“Pero es
mejor amar y después perder
Que nunca
haber amado…”
Parafraseando
una conocida canción (querer y perder)…
Se dice que
le primer bolero como tal fue “Tristezas” de José “Pepe” Sánchez, allá por el
año 1883. El título lo dice todo…
El bolero es
un género musical de origen cubano, muy popular en todos los países
hispanoamericanos.
Raquel Ríos
dio una conferencia-concierto sobre el bolero y Antonino Nieto se rasgaba las
vestiduras del alma sufriente por obra y culpa de esas canciones…
La
conferencia y concierto 'Historia del bolero' se llevó a cabo en la Sala de Ámbito Cultural. Contó con la intervención del poeta y videoartista Antonino Nieto y la
actuación musical del guitarrista Daniel Mundy acompañando en tan trágico viaje
a Raquel Ríos…
RAQUEL RÍOS
“Con Antonio García Cano, descubrí la
belleza del sonido hablado y cantado. Descubrí también el milagro del teatro en
el musical Madrid Pecado Mortal”.
Un día suceden dos instancias mágicas
en mi vida. Mi Maternidad con el bolero y el CAFÉ MANUELA. Allí me presento
junto a Amilcar Bufano en la maravillosa andadura hacia una alta y definitiva
emoción. Por ello mi encuentro con todos vosotros.”
Poco a poco
Raquel fue desgranando y desangrando boleros y desamores, encuentros y
desencuentros, quereres y boleros…
El público
los disfrutó, los reconoció y no los bailó porque la sala no invitaba a la
intimidad que esos temas requieren, pero, posiblemente, más de uno y una se
quedaron con las ganas…
Y de allí
nos fuimos con un nudo en el corazón y una lágrima presta a descolgarse, pero
la aguantamos como sufrientes valientes…
Gracias
Raquel Ríos por recordarnos esas canciones que tanto nos han hecho emocionar…
Gracias
Daniel Mundy por poner ese freno, ese contrapunto musical a esas letras desgarradas
y desgarradoras…
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